El Psicoanálisis y la Educación
1. Ambos operan con el sujeto y la
palabra.
2. Ambos son espacios por la
investigación en la funcionalidad del ser:
Transmisión de conocimientos y saberes.
Según Freud: el
psicoanálisis logra aproximarse al campo pedagógico desde los conceptos básicos
de su teoría: sujeto, inconsciente, pulsión, deseo, transferencia, Complejo de
Edipo, ley, castración, función paterna, identificación.
En el ámbito educativo, el psicoanálisis puede
constituirse como un referente para la reflexión del espacio en el cual estamos
habitando en la actualidad.
El
cuestionamiento sexual para el psicoanálisis podría servir para el obstáculo
que se genera en el aprendizaje, este ayuda a identificar las prohibiciones,
represiones y sublevaciones que implica el contexto sexual en una comunidad.
El influjo que la palabra ejerce en el lazo social, la
influencia del discurso entre los seres humanos, cuestión básica en el contexto
de un proceso analítico y también en el acto educativo.
La elaboración del imaginativo es un complejo en el cual el docente puede participar intuyendo y participando de ese proceso del inconsciente para una transmisión de espacios de aprendizajes mucho más extensos y enriquecedores.
El psicoanálisis surgió como medida terapéutica y
aunque sus aportaciones son muy importantes, la educación no puede centrarse solamente en el
psicoanálisis.
Freud nunca
desarrolló una teoría educativa que permitiera pensar en la aplicación, fuera
del ámbito de la clínica psicoanalítica, por lo tanto existen vacíos teóricos y
metodológicos en la aplicación del psicoanálisis a la educación.
- La situación edípica:
La importancia de esta situación para el desarrollo psíquico del niño, es que mediante ella conocerá el papel de la madre y del padre.
Es la edad en que el niño, al afirmarse cada vez más la naturaleza sexual, el deseo lo inclina cada vez más a una elección: el varón por su madre, la mujer por su padre.
Esta situación actual de la elección
genera en el niño odio por el progenitor del mismo sexo, pero a su vez también
amor, y esta situación triangular es fuente de tensión, frustración, agresividad
y angustia.
Con la situación edípica el niño deberá identificarse en su naturaleza biológica de varón o mujer.
El niño cuando deja a la familia por primera
vez por el colegio, transferirá por su inconsciente a sus maestros que le evocan, las imágenes paternas, los sentimientos que lo ligan a
sus padres.
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