2. Condicionamiento Operante
¿Qué es el condicionamiento operante?
El condicionamiento operante, también llamado condicionamiento instrumental, es un método de aprendizaje que se produce mediante la asociación de refuerzos (recompensas) y castigos con un determinado comportamiento o patrón de comportamiento. Es basado en una premisa simple: las acciones seguidas por el refuerzo tenderán a repetirse. A la inversa, las acciones que resulten en castigos o consecuencias indeseables se debilitarán y será menos probable que vuelvan a ocurrir en el futuro.
Por ejemplo, cuando una rata de laboratorio presiona un botón azul, recibe una bolita de comida como recompensa, pero cuando presiona el botón rojo recibe una leve descarga eléctrica. Como resultado, aprende a presionar el botón azul, pero evita el botón rojo.
Caja de Skinner
Skinner utilizó el término ‘operante’ para referirse a cualquier “comportamiento activo que opera en el ambiente para generar consecuencias”. En otras palabras, la teoría de Skinner trata de explicar cómo adquirimos buena parte del rango de comportamientos que exhibimos todos los días.
Este tipo de aprendizaje se divide a su vez en dos procedimientos:
- Entrenamiento de escape: consiste en la desaparición de un estímulo aversivo que se encuentra presente antes de que el sujeto ejecute la conducta. Ejemplo de refuerzo negativo de escape son que un despertador se pare al pulsar un botón
- Entrenamiento de evitación: la conducta impide la aparición del estímulo aversivo; por ejemplo, cuando una persona agorafóbica evita utilizar el transporte público para evitar la ansiedad que le supone está siendo reforzada negativamente.
Tipos de reforzadores
Según el origen de su valor reforzante
- PRIMARIOS: Satisfacen necesidades biológicas contribuyen al bienestar, son incondicionados, su valor reforzante no es resultado de un aprendizaje previo. No poseen valor reforzante siempre.
- SECUNDARIOS: Adquieren valor reforzante al asociarse con reforzadores primarios u otros previamente condicionados.
- GENERALIZADOS: Reforzadores que permiten acceder a otros reforzadores.
Según su material
- MATERIAL: con entidad física. Productos consumibles o manipulables.
- DE ACTIVIDAD :Actividades placenteras para el sujeto, que contingentes a una CTA aumentan su probabilidad .
- SOCIAL: CTAS de otros sujetos de un contexto social, como expresiones verbales positivas, expresiones faciales, contacto físico, etc.
Según el proceso de reforzamiento
- EXTRÍNSECOS: Proceso abierto, observables públicamente. Ejemplo: Un padre felicita a su hijo.
- INTRÍNSECOS :Proceso encubierto. Ejemplo: Pensamientos o 'imágenes que generan sentimientos positivos
Según el administrador del reforzamiento
- EXTERNO :Aplicados por una persona distinta quien los recibe
- AUTOR REFORZADORES :Autoaplicados.
Según el receptor del reforzamiento
- DIRECTOS: El propio sujeto es el receptor.
- VICARIOS: El sujeto observa cómo otras personalidades son reforzadas directamente.
Según su programación
- NATURALES :Con probabilidad alta de presentarse en el ambiente cuando se realiza una CTA.
- ARBITRARIOS: Aplicados bajo condiciones artificiales.
Modificación de conducta operante y encubierta ismo (1950-1980)
“La modificación de conducta implica la aplicación sistemática de los principios y las técnicas de aprendizaje para evaluar y mejorar los comportamientos encubiertos y manifiestos de las personas y facilitar así un funcionamiento favorable”.
Específicamente, se modifica el comportamiento considerando cuáles son los antecedentes y consecuentes de una conducta. Un antecedente es el estímulo o situación que suscita una respuesta. Un consecuente es la "contingencia" o consecuencia positiva o negativa que esta respuesta produce. Una consecuencia positiva (por ejemplo, un elogio por ser generoso) sirve de reforzador, pues incrementa un comportamiento deseable. Una consecuencia negativa o estímulo aversivo (por ejemplo, ante una agresión, una tarjeta amarilla o roja en el fútbol), sirve de castigo, favoreciendo la extinción de esa conducta.
Las técnicas operantes (siglo XX) han sido de las primeras que comenzaron a emplearse dentro de la Modificación de Conducta siendo también las que se han aplicado con mayor frecuencia. Sin embargo, fue B. F. Skinner (1938), quien desarrolló definitivamente este modelo, introduciendo por primera vez el término de condicionamiento operante.
Moldeamiento: conducta-objetivo explicado a través de aves:
A partir de los años sesenta, se desarrolla el "aprendizaje imitativo", también llamado "vicario" u observacional, así Albert Bandura describe un modelo de aprendizaje con una base "mediacional" (aprendizaje social), donde la conducta de un individuo significativo sirve de modelo y refuerzo para el que aprende. Si las personas ven consecuencias deseables y positivas en la conducta observada, es más probable que la tomen de modelo y la imiten.
Castigo negativo
Este procedimiento supone la retirada de una situación o estímulo agradable para el sujeto tras la realización de la conducta problemática. Lo que se pretende es disminuir la frecuencia de la conducta castigada negativamente. Cuando un individuo realiza una respuesta, que ha sido anteriormente reforzada, y no obtiene el reforzamiento la frecuencia de dicha respuesta disminuye. Esto es lo que se conoce como extinción.
Se destacan tres técnicas para llevar a cabo el desarrollo y mantenimiento de las conductas a lo largo del tiempo: moldeamiento, desvanecimiento y encadenamiento.
En palabras de Méndez y Olivares (2001, p.146), la extinción trae consigo dos efectos: “En primer lugar, es esperable que inmediatamente después de poner en marcha un programa de extinción se produzca un aumento de la frecuencia de la conducta que se pretende disminuir . En segundo lugar, al implantar la extinción es probable que se produzcan reacciones emocionales (por ejemplo, frustración) y agresivas ".
PROGRAMAS DE REFORZAMIENTO
Un programa de reforzamiento no es más que un procedimiento reglado a través del cual es posible lograr el aprendizaje e incremento de la probabilidad de realizar una conducta determinada en base a la asociación de la realización de dicha conducta con una consecuencia vivida como positiva.
Dicha consecuencia, la cual es algún tipo de estimulación que nos resulta apetecible (no necesariamente física), recibe el nombre de reforzador, al permitir su presencia fomentar e incrementar la realización de la conducta: la refuerza
Skinner consideraba, que la conducta se explica como consecuencia de la asociación entre la emisión de una conducta y la percepción de unas consecuencias de dicha conducta, de tal forma que si al hacer algo tenemos consecuencias negativas o aversivas dejaremos de hacerlo o disminuiremos la probabilidad de repetir dicha acción y si al emitir una conducta obtenemos consecuencias apetitivas aumentaremos la probabilidad de hacerlo con el fin de seguir obteniendo dicha gratificación.
- Programa de reforzamiento continuo: condición experimental cada vez que se lleve a cabo la conducta deseada o estudiada esta va a tener como consecuencia la llegada del reforzador
- Programa de reforzamiento intermitente: nos encontramos con que únicamente algunas de las veces que se lleva a cabo la conducta se recibe un reforzador, de manera que no siempre que hagamos la conducta vamos a obtener una recompensa. Existen suptipos:
2.1 Programas de reforzamiento fijo: Los programas de reforzamiento fijo son aquellos en los que aunque el sujeto no obtiene reforzador cada vez que hace la conducta, existe un patrón respecto a cuándo va a obtenerse: la llegada del reforzador se da siempre cuando se cumple X requisito.
2.2 Programas de reforzamiento variable son aquellos en los que el sujeto no obtiene reforzador cada vez que hace la conducta sino que ello ocurre en algunas ocasiones, y no existe un patrón preestablecido para que se presente el reforzador: aunque está sujeto a la ocurrencia de la conducta, puede aparecer de maneras muy diferentes y de manera aleatoria.
El castigo como técnica de modificación de conducta
En el caso del castigo, estaríamos ante un tipo de procedimiento mediante el cual se pretende influir en la frecuencia de un comportamiento para provocar una disminución de ésta, o bien su completa eliminación.
En ambos casos el castigo debe aplicarse de manera contingente a la conducta a disminuir, de manera que pueda considerarse una consecuencia de la acción.
El castigo positivo es aquél en el que se aplica un estímulo aversivo para el sujeto ante la realización de una conducta determinada, haciendo del estímulo una consecuencia de su realización, con el fin de que el individuo disminuya la frecuencia o deje de realizar la conducta en cuestión. De este modo, el mecanismo básico del castigo positivo es presentar un estímulo desagradable cada vez que la persona haga la conducta no deseada. La modificación de conducta se produce como manera por parte del sujeto de evitar o escapar a la estimulación aversiva. Este es un procedimiento en el que se basan diversas técnicas, tales como el conjunto de terapias aversivas (eléctrica, olfativa, gustativa, táctil, auditiva, química o encubierta),
El Castigo Negativo
El funcionamiento básico del castigo negativo se basa en la retirada de un estímulo deseado y reforzador por parte del sujeto ante la realización de una conducta concreta, de manera que el sujeto disminuya su frecuencia en prevención de dicha pérdida.
Se retira algo que la persona desea cada vez que hace la conducta indeseada. En este sentido hay que tener en cuenta que el estímulo a retirar sea significativo para la persona, pues de lo contrario no tendría efecto.
Implementan técnicas como el tiempo fuera, el coste de respuesta, y forma parte de otros como el contrato de contingencias.
Ambos tipos de castigo son procedimientos que tienen éxito en la disminución o incluso extinción de conductas de forma bastante veloz. Si se opta por su aplicación, debe ejecutarse de manera consistente y contingente a la conducta y de manera proporcional a la gravedad de la conducta.
Hay que tener en cuenta que el cambio que producen suele ser únicamente superficial y basado en el miedo al castigo, no generando un verdadero cambio en las actitudes en la mayor parte de los casos.
Además, puede provocar que el miedo se generalice y provoque temor hacia la persona o institución que aplica el castigo, así como resentimiento hacia este. Las relaciones con el que aplica el castigo, pueden empeorar sustancialmente, en el peor de los casos. También empeora la sensación de control y la autoestima si no se comprenden las causas del castigo o qué hacer para actuar correctamente.
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