3. Generalidades del Psicoanálisis
¿QUIÉN LO PROPUSO?
Uno de los conceptos importantes y predominantes en la teoría son los instintos que son representaciones mentales de los estímulos internos, como el hambre, que llevan a una persona a emprender dicha acción. Son los elementos básicos de la personalidad. Siendo una forma de energía que conecta las necesidades del cuerpo con los deseos de la mente
Niveles de Consciencia
Características y modos de funcionamiento del consciente
2. Preconsciente
Para Sigmund Freud una parte del inconsciente psicoanalítico forma el preconsciente. Los contenidos del preconsciente pueden pasar a la conciencia en determinados momentos. El preconsciente no existe al nacer se va formando durante la infancia.
- Se puede entender al preconsciente como una zona de tránsito entre el inconsciente y la conciencia.
- Es el nivel mas cercano a la conciencia, están relacionados entre sí, ya que disponen de cierta movilidad. Es decir, que los contenidos o representaciones que se encuentran en este nivel, ingresa fácilmente al nivel consiente porque han sido olvidados transitoriamente. Este nivel esta formado por sentimientos, pensamientos, fantasías, vivencias, etc. que no están presentes en la conciencias pero que pueden hacerse presentes en cualquier momento. Los contenidos que se encuentran en este nivel, están allí porque de algún modo no pueden entrar en la conciencia por falta de espacio.
- Esto quiere decir que lo contenidos preconscientes pueden aparecer en la conciencia sin que sea necesario un proceso de transformación, como ocurre con los contenidos inconscientes.
3.Inconsciente
Es el nivel donde se encuentran todos los contenidos, emociones, deseos, ideas, vivencias y conflictos reprimidos que no tienen lugar en la conciencia, debido a que la intensidad que poseen producen displacer (sufrimiento) a la persona cuando los recuerda, por ello los reprime y permanecen oculto en este nivel, Instintos, deseos y anhelos
CARACTERÍSTICAS Y MODOS DE FUNCIONAMIENTO DEL INCONSCIENTE:
Eros y Tanatos
Fue el famoso psicoanalista Sigmund
Freud quien utilizó los nombres de Eros y Thanatos para referirse a dos
instintos básicos que actúan en el hombre. Estos son los instintos de vida y
muerte, que Freud llamó Eros y Thanatos, respectivamente, utilizando el nombre
de dos dioses de la mitología griega.
Eros -el instinto de vida- es un instinto cuya característica es la tendencia a la conservación de la vida, a la unión y a la integridad, a mantener unido todo lo animado. Un instinto que tiende a la unión, a la vida, que posibilita el sexo como placentero y como generador de nueva vida. Thanatos, por el contrario, es el instinto de la muerte. Designa las pulsiones de muerte que tienden hacia la autodestrucción con el fin de hacer que el organismo vuelva a un estado inanimado, a la desintegración.
Ambos
instintos son parte de todos los seres vivos, y comienzan a operar o están
presentes desde que cada individuo nace. Entre ellos hay una permanente lucha
que crea tensión, tanto en el individuo en particular, como posiblemente también
en la sociedad humana.
Eros era también el dios que unía a los dioses con los hombres y que mantenía todo unido como un continuo (el amor une).
Ambos
conceptos en todo caso, sea el de Freud o el estrictamente mitológico, designan
algo mucho más amplio que el restrictivo concepto que hoy le damos a eros a
través de la palabra erótico, la cual está solamente asociada al sexo. Thanatos
era para los griegos el dios de la muerte. El instinto
de muerte tiene como objetivo hacer retornar la vida orgánica al estado
inanimado, y entre sus diversas manifestaciones están la agresividad y la
violencia.
En
toda vida personal (y también en la vida colectiva), puede observarse la
presencia de estos instintos. Todos aquellos sentimientos 'bajos', como los
malos deseos, envidia, crueldad, odio, descalificación, morbosidad, etc., nos
muestran que en la persona está actuando Thanatos. Por el contrario, en
aquellas actividades humanas elevadas, como el verdadero amor, la caridad, la
tolerancia, la solidaridad, el querer crecer y desarrollarse, desear hijos,
educarlos, etc., está presente Eros. Eros construye y une; Thanatos destruye y
desune.
En
la vida personal hay ciclos y etapas. En algunos ciclos es Eros -el instinto
del amor- quien se hace más fuerte; pero también hay etapas en que el instinto
de muerte se fortalece, como en una depresión, un odio intenso, o en los deseos
de suicidio. También en la sociedad observamos estos ciclos. Una guerra, un
genocidio, una persecución étnica o religiosa, son todas ellas una clara
manifestación de la presencia de Thanatos.
Estructura de la personalidad
Según Freud la personalidad humana surge del conflicto
entre nuestros impulsos instintivos tendentes a la agresividad y a la búsqueda
del placer, por un lado, y los límites sociales que se les impone por otro.
La personalidad se construye como un intento de conciliar estas dos instancias buscando la satisfacción de nuestros instintos sin ser víctimas de los sentimientos de culpa o castigo.
Para explicar Freud construyó unos conceptos teóricos que interactuaban entre sí, el Ello, el Yo y el Súper-yo.
Ello: Freud
definió al Ello como una reserva de energía psíquica inconsciente que lucha
todo el tiempo para satisfacer impulsos básicos de agresividad, supervivencia y
reproducción.
Es decir que el Ello opera según el principio del
placer: si no se ve restringido por la realidad, busca gratificación inmediata.
Por ejemplo, un bebé recién nacido (gobernado por el ello) que llora para que se
satisfagan sus necesidades rápidamente sin importarle lo que pasa en el
ambiente.
Yo: Cuando el Yo se va desarrollando, el pequeño niño aprende a enfrentarse con el mundo real.
El Yo se maneja sobre el principio de realidad: busca
la satisfacción del Ello pero de un modo más realista, lo que le dará placer a
más largo plazo y le evitará el dolor y la destrucción. El Yo contiene
pensamientos, recuerdos y juicios parcialmente conscientes.
Así se construye el yo consciente en el primer año de
vida del sujeto, el yo que creemos que somos. Este yo es la parte visible de
nuestra personalidad pero las raíces profunda de nuestra identidad permanecen
en el lado inconsciente de nuestro psiquismo.
Todas las motivaciones conscientes no son más que
motivaciones inconscientes transformadas por el super-yo para que el yo pueda
conservar incólume su autoconcepto.
SUPERYO: El Superyó aparecería según Freud a partir de los 3 años de vida, y es consecuencia de la socialización (básicamente aprendida a través de los padres) y la interiorización de normas consensuadas socialmente. Es la instancia psíquica que vela por el cumplimiento de las reglas morales. Es por eso que el Superyó presiona para realizar grandes sacrificios y esfuerzos con tal de hacer que la personalidad de uno mismo se acerque lo máximo posible a la idea de la perfección y del bien.
0 comentarios